“Veni Creator Spiritus” o la Octava sinfonía de Gustav Mahler

rabanEn este día de Pentecostés del 2010 no quiero privar a quienes se acerquen a este página de un regalo extraordinario: se trata de la primera parte en vídeo de la Octava Sinfonía de Gustav Mahler.

Suele ser denominada la Sinfonía de “los mil”: pues Mahler quiso que fuera interpretada por 850 cantantes y 171 instrumentistas. El texto responde a un himno antiguo de la Iglesia, atribuido por la tradición al monje Rábano Mauro…

Resulta impresionante escuchar y ver estos 20 minutos de interpretación. Mi comentario posterior ayudará a comprender mejor tanta inspiración y energía cósmica en esta plegaria al Espíritu Santo. Haz click en el siguiente link y después opta por la visión en pantalla completa. Pon los cascos o los altavoces y disfruta. \”Gustav Mahler – Veni Creator on -You Tube\”

Gustav Mahler nació el 7 de julio de 1860 en Kalischt (Checoslovaquia) y falleció en Viena el 18 de mayo de 1911. Cuando cumplía sus cuarenta y seis años, Gustav compuso la sinfonía número ocho, entre los meses de junio y agosto de 1906; la orquestó y finalizó en la primera mitad de 1907. Fue estrenada en Munich el 12 de septiembre de 1910. ¡Este año 2010 celebramos el centenario de su estreno! La preparación del estreno requirió 32 ensayos y un ensayo general de 3 horas de duración.Fue el mismo Mahler quien dirigió el estreno de su sinfonía, Asistieron 3000 espectadores, entre los cuales Siegfried Wagner, Richard Strauss, Arnold Shoenberg, Stefan Zweig, Thomas Man, Sergei Rachmaninov y Leopold Stokowski, El éxito fue espectacular. El aplauso del público y de los intérpretes duró más de media hora.

La sinfonía contiene dos partes: la primera es el Veni Creator. La segunda es la escena final del Fausto de Goethe. La parte primera está dividida en 8 tiempos, que corresponden al texto del Veni Creator;

  • Tiempo 1º: Veni creator Spiritus
  • Tiempo 2º: “Imple superna gratia”
  • Tiempo 3º: “Infirma nostri corporis”
  • Tiempo 4º: “Infirma nostri corporis”
  • Tiempo 5º: “Infirma nostri corporis
  • Tiempo 6º: “Accende lumen sensibus”
  • Tiempo 7º: “Veni Creator”
  • Tiempo 8º: “Gloria sit Patri Domino”

El motivo de esta composición se lo describió Mahler a su mujer Alma Schindler en una carta del mes de junio de 1910:

“El primer día de vacaciones, me subí a mi cabaña de Maiernigg con la firma resolución de dedicarme solo a vaguear, pues aquel año lo necesitaba mucho, y a recuperar fuerzas. Pero al llegar al umbral de mi despacho, el Espíritu Creador se apoderó de mí, me agitó y fue quien me condujo durante las ocho semanas siguientes hasta que mi mejor y más grande composición fue concluida”. 

Respecto a esta 8ª sinfonía Mahler escribió a su biógrafo Richard Specht que

“todas las demás composiciones no son más que introducciones a ésta. Nunca he escrito algo semejante; se trata de una composición muy diferente tanto en el contenido como en el estilo. Y ciertamente es la obra más grande de todas mis composiciones. Nunca he trabajado dominado por una inspiración como ésta. Era como una visión de luz. Yo vi la pieza entera ante mis ojos y solo necesité transcribirla en los pentagramas. Es como si me hubiera sido dictada”.

 A quienes le objetaban que no es propio de una sinfonía utilizar coros, al menos de una manerea tan preponderante, como en la primera parte de esta Sinfonía,Mahler respondía que aquí las voces humanas son también instrumentos. La auténtica sinfonía es aquella en la cual el más bello instrumento es al mismo tiempo interpelado, vocacionado. La voz es la que puede acoger pensamientos poéticos. Mahler quería significar que el Espíritu sopla donde quiere; decía que aquello que escuchamos no son voces humanas, sino soles y planetas girando en órbitas que cantan.

Unos meses antes del estreno en Munich de su octava sinfonía, Mahler supo que su mujer Alma estaba siéndole infiel con un joven arquitecto, Walter Gropius”. Desesperado, Gustav acudió a Sigmund Freud; después de ese famoso encuentro con el psicoanalista, Mahler volvió a Munich para los ensayos de su Octava. Y decidió dedicarle a su esposa Alma la sinfonía. Es la única sinfonía dedicada a una persona. El estreno fue un gran suceso. El único gran suceso de su vida. La sinfonía 9 (El canto a la tierra) y la póstula, la sinfonía 10, se estrenaron después de la muerte de Mahler.

Esta es otra forma de teología musical, en la cual el Espíritu es auténtica respiración del mundo.

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