CEGUERA Y CON-TEMPLA-CIÓN

En todos nosotros reside un profundo deseo de “ver a Dios”. ¡No lo hemos visto, y le amamos! Somos “los creyentes”. Muchos otros, al no verlo ni poderlo demostrar, creen que Dios no existe: son los “ateos”. Otros reconocen con honestidad intelectual que no pueden afirmar ni la existencia, ni la no existencia de Dios: son los “agnósticos”. Finalmente, están aquellos a quienes no les interesa el asunto: “son los “indiferentes”. Este es el panorama de la fe en nuestra sociedad: fe, increencia, agnosticismo o indiferencia. En este contexto cualquiera de nosotros podría dirigirle a Jesús la inteligente y emotiva pregunta que Felipe le dirigió a Jesús en la última Cena: “¡Muéstranos al Padre y esto nos basta!”. Ésta es la cuestión que nos plantea el Evangelio (Jn 14,7-14) de este sábado, 9 de mayo de 2020. Ese es también el deseo de quienes nos sentimos creyentes: ¡Muestra, Señor, a la humanidad de hoy, el rostro de Dios!

¡Muéstranos al Padre.. y nos basta!

Aun estando con Jesús, uno de sus discípulos, Felipe, se atrevió a hacerle una petición que cualquiera de nosotros le habría hecho: “Señor, muéstranos al Padre y nos basta”. En estas palabras de Felipe escuchamos la petición de millones y millones de seres humanos en un momento u otro de su existencia. Si todo ser humano quiere conocer a su madre y a su padre… y no verlos o conocerlos le causa un profundo trauma, ¿no será traumático para cualquiera de nosotros no ver ni conocer al que es la Fuente de todo lo que existe? Ver al Abbá es lo más que un ser humano puede pedir. ¡No nos extrañe que sin verlo ni conocerlo tengamos sentimientos de una terrible orfandad.

Ese es el deseo que expresaba tan bellamente santa Teresa de Jesús: “¡Véante mis ojos, dulce Jesús bueno, véante mis ojos… muérame yo luego”. Ese era el deseo de san Juan de la Cruz cuando exclamaba: “¿A dónde te escondiste, Amado…?”. El deseo de ver a Dios no lo podemos, ni debemos reprimir. Para san Agustín el rostro de Dios es la Belleza siempre antigua y siempre nueva, la seducción de un Ser que nunca cansa y siempre, siempre sorprende y enamora.

“El que me ve a mí ve al Padre”

Jesús le indica a Felipe que el Abbá se manifiesta en su Hijo, en su Shaliah o enviado plenipotenciario, en Él mismo. Jesús es el rostro de Dios “en medida humana”. Pero Jesús era para muchos, pero especialmente para los representantes de la religión de Israel, “piedra de tropiezo”, escándalo, hasta blasfemo. La peor ceguera en tiempos de Jesús no era simplemente la ceguera, sino no poder “ver a Jesús”. Por eso, el ciego de nacimiento recibió el gran don: ¡ver a Jesús! Y, por eso, se le acercaban los más necesitados diciéndole. “Señor, que vea…. Señor, que oiga… Jesús, hijo de David, ten misericordia de mí”. Jesús le reprocha también a su discípulo Felipe -un poco antes morir-:

“Felipe, ¿tanto tiempo hace que estoy con vosotros y todavía no me conoces? El que me ve a mí ve al Padre: ¿por qué me pides que os deje ver al Padre? ¿No crees que yo estoy en el Padre y el Padre en mí?

Desde la ceguera a la “con-templa-ción”

La fe es la unidad paradójica de la visión y la no-visión. Es “ver sin ver”. Por eso, Jesús nos insistía tanto en la necesidad de creer en Él y en sus obras. Más todavía: Jesús quería que –en alianza con él y en su nombre- le pidamos a Dios Padre todo lo que necesitamos. Así Jesús tendrá la oportunidad no solo de concedérnoslo, sino sobre todo, de manifestar –como Hijo- la gloria o la belleza del Abbá. 
El ser humano debe ser definido no solo como “racional”, sino también como “contemplativo”. Tenía razón Felipe cuando decía que “ver a Dios Padre” es lo máximo, es llegar al ¡basta ya! Con-templar es descubrir en el espacio y tiempo que habitamos un “templo”, la presencia del misterio divino. Cuando el ser humano desarrolla su capacidad contemplativa descubre que “del Señor es la tierra y todo cuanto que tiene”, que todo está inundado por la presencia, que existe una dimensión “mágica” en toda realidad que fascina.. Y que en “todo lo desfigurado” desfiguramos el rostro de Dios. Ese es el sentido de la canción que después te invito a escuchar: “Belleza para quien se siente roto, el Dios de los pobres de Graham Kendrick.

Plegaria

Jesús, contemplar es descubrir templo, escenarios donde el Abbá, Tú y la Santa Ruah, estáis presentes y transparentes. Quién “ve” de esta manera os está viendo. ¡Cuantos templos para contemplar! nos ofrecéis. No deseas que cerremos los ojos, sino que los abramos: Tú nos quieres contemplativos, no ciegos. Allí también… donde vuestra imagen y reflejo ha sido profanada y despreciada. ¡Que vuestra Belleza salve a nuestro mundo!

Para contemplar:
Beauty for Brokenness (God of the Poor)
Graham Kendrick

Beauty for brokeness –Belleza para quienes están destrozados
Hope for despair – Esperanza para la desesperación
For endless suffering – de un sufrimiento inacabable.
This is our prayer – ¡Esta es nuestra oración!
Bread for the children – pan para los niños
Justice joy peace – justicia, alegría, paz
Sunrise to sunset – Desde el amanecer al atardecer
Your kingdom increase – aumente tu Reino,
Shelter for fragile life – refugio para la vida frágil.
Cure for their ills – Curación para sus heridas
Work for the craftmen – trabajo para los artesanos.
Trade for their skill – comercio para sus habilidades
Land for the disposes – tierra de la que disponer
Righst for the weak – ¡derechos para los débiles!
Voices to plead the chord – voces que supliquen en acorde
Of those cant speak – con quienes no puede hablar.

God of the Poor – Dios de los pobres
Friend of the weak – Amigo de los débiles
Give us compassion we pray – ten compasión! te lo pedimos
Melt our cold heart – ¡Derrite nuestro frío corazón
And tears fall like rain – que las lágrimas caen como lluvia.
Come change our love from a – Ven y cambia nuestro amor
Spark to a flame – de chispa en llama!

Refuge from cruel wars –refugio en guerra crueles
Havens from fear – remanso contra el miedo
Cities for sanctuary – ciudades como santuario.-
Freedom to share – paz para compartir
Peace to the killing-fields . paz en los campos de exterminio
Scorched earth to green –no tierra quemada, sino verde.
Christ for the bitterness ¡Cristo para los amargados!
His cross for the pain – Tu cruz para el sufrimiento.
God of the Poor – Dios de los pobres,
Friend of the weak – amigo de los débiles
Give us compassion we pray – compadécete de nosotros, te pedimos.

Melt our cold heart – ¡Derrite nuestro frío corazón!
And tears fall like rain –que las lágrimas caen como lluvia.
Come change our love from a –Ven y cambia nuestro amor
Spark to a flame – de chispa en llama!
Refuge from cruel wars – refugio en guerras crueles
Havens from fear – remanso contra el miedo
Cities for sanctuary – ciudades como santuario.-
Freedom to share – paz para compartir
Peace to the killing-fields . paz en los campos de exterminio
Scorched earth to green –no tierra quemada, sino verde.
Christ for the bitterness ¡Cristo para la amargura!
His cross for the pain – Tu cruz para el sufrimiento.
God of the Poor – Dios de los pobres,
Friend of the weak – amigo de los débiles
Give us compassion we pray – compadécete de nosotros, te pedimos.

Melt our cold heart – ¡Derrite nuestro frío corazón!
And tears fall like rain –que las lágrimas caen como lluvia.
Come change our love from a –Ven y cambia nuestro amor
Spark to a flame – de chispa en llama!
Rest for the ravaged Earth –¡Descanso para la tierra devastada,
Oceans and streams – oceanos y arroyos,
Thunder and poisons – Truenos y venenos
Our future, our dreams – nuestro futuro y nuestros sueños.
Lord end our madness – Señor, acaba con nuestra locura,
Carelessness, greed – nuestra falta de cuidado y avaricia.
Make us content with – que estemos a gusto
The things that we need – con aquello que necesitamos!

Impactos: 873

Esta entrada fue publicada en Actualidad, tiempo litúrgico. Guarda el enlace permanente.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *