MEBASSER – ¡MENSAJERO DE BUENAS NOTICIAS! (Domingo 2 de Adviento)

Necesitamos “buenas noticias” y con ellas… “paciencia” hasta el momento en que se hagan realidad. Es normal que después de tantos meses… nos mostremos impacientes: la pandemia no acaba, los conflictos sociales y políticos crecen; estamos inquietos y hay muchas personas entristecidas, aisladas, deprimidas. ¡Necesitamos buenas noticias! Y ¡que no perdamos la paciencia! Si creemos que la Palabra de Dios es eficaz, si creemos que el Espíritu Santo la vuelve actual y contemporánea, entonces escuchemos a los tres mensajeros de este Adviento 2020: 1) el segundo Isaías: “¡consolad a mi pueblo!; 2) el apóstol Pedro: “A pesar de las apariencias”; 3) Juan Bautista: “Preparar -no bloquear- el camino”. 

 Consolad a mi Pueblo! (Isaías)

El segundo Isaías no fue un profeta de desgracias. Al contrario, el relato de su vocación lo presenta como un “Mebasser” -palabra hebrea que significaba “mensajero de buenas noticias”. Palabra que tradujeron posteriormente al griego con un término ya conocido por nosotros: “el que transmite el Evangelio”. Evangelio y buena noticia es lo mismo.

El pueblo de Israel lo pasó muy mal en el destierro; y daba la impresión de que Dios no hacía nada para remediarlo. El Mebasser, sin embargo, recibe la misión de subirse a un alto monte y desde allí gritar que Dios quiere consolar a su Pueblo, porque ha sufrido demasiado; a proclamar que Dios viene como un buen pastor a dirigir, acompañar y cuidar a su pueblo. Este mismo profeta, unos capítulos después, es presentado así: ¡Qué bellos sobre los montes los pies del Mebasser, que anuncia: ¡Dios está ahí! Dios viene a reinar! (Is 52). Y también así: “El Espíritu de Dios está sobre mí, porque me ha ungido y me ha enviado a proclamar la buena noticia a los pobres” (Is 61).

Esta profecía de Isaías se hace hoy actual para nosotros, por medio del Espíritu Santo … La primera lectura está dirigida a nosotros y hemos de interpretarla como “buena noticia” en las circunstancias en que vivimos. Prestemos  nuestra fe al mensaje y proclamémoslo a otros:

  • aplaudamos el bien y no demos importancia al mal;
  • en lugar de sospechar y condenar, confiemos y disculpemos;
  • esperemos con oración y confianza la medicina preventiva y curativa;
  • ¡seamos “mebasser”, mensajeros de la Alegría de Dios.

 A pesar de las apariencias (Apóstol Pedro)

La segunda lectura -tomada de la segunda carta de Pedro- nos asegura que nuestro Dios nos tiene prometido algo muy bueno y que no tardará en cumplir su promesa. Y si está tardando es porque en su pedagogía este tiempo de espera es para recuperar a todos. El día del Señor -el día de su gracia- llegará y con él la gran novedad: el cielo y la tierra nuevos donde habita la justicia. 

Preparar, no bloquear, el camino (Juan Bautista)

La figura de Juan Bautista adquiere en este contexto toda su grandeza.

  • El preparó el camino para Jesús. 
  • No lo bloqueó. Descubrió soluciones. 
  • No puso más problemas. Anunció la buena noticia.

Jesús encontró en otras personas -en cambio- obstáculos y bloqueos  a su propio camino: personas que lo querían impedir: entre ellos Simón Pedro, que se oponía a su pasión y muerte.  Jesús tuvo que gritarle: ¡quítate de mi vista, Satanás! Juan Bautista, en cambio, es presentado como aquel que “prepara el Camino del Señor”. También la mujer anónima que ungió el cuerpo de Señor, lo ungió para el camino de Jesús hacia la cruz. 

Conclusión

Sí, hay futuro y no tardará nuestro Dios en llegar y actuar a favor nuestro y de la humanidad. Podemos prepararle el Camino y no entorpecerlo o bloquearlo con nuestra desconfianza y miedo. Para ello:

  • Purifiquemos la mirada del corazón para ver de otra manera el porvenir;
  • Pongamos en hora el reloj de la paciencia y confiemos en el sabio ritmo de Dios y el buen resultado de la espera.
  • Hagamos fácil el camino a nuestro Dios que viene creando en torno a nosotros un clima de esperanza: con nuestra comprensión, con nuestra benevolencia prueba de mal, con nuestra crítica constructiva, con nuestra disponibilidad ayudar, con nuestra alegría, conscientes de la verdad de aquel aforismo, “quien te cree te crea”.

Para contemplar
GODSPELL (Prepare Ye – The Way of the Lord)

Y… ¡LLEGA EL MEBASSER!

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