La nueva radicalidad -¡no me gusta la palabra radicalismo!- es la forma de seguir a Jesús, nuestro contemporáneo, hoy. Es una radicalidad amable y simpática: porque no es egocéntrica ni egolátrica; porque quien llega a las raíces se descubre enraizado en la naturaleza humana, en aquello que todos compartimos y por eso, se descubre y redescubre en el Otro.
¿Qué significa “volver a lo esencial”? Estamos tal vez en un tiempo de desconcierto. El pasado no nos convence. El futuro que este presente nos depara no nos ilusiona. ¿Habremos perdido las raices?
- ¿Cómo ir a la raíz?
- ¿Cómo conectarse con ella?