“LO QUE DIOS HA UNIDO”: SAN LUIS DE FRANCIA Y MARGARITA DE PROVENZA

Celebramos hoy la memoria de san Luis, rey de Francia. Queremos evocar su figura. Él reinó en Francia en un siglo que ha sido denominado “el bello siglo XIII”, el tiempo de las catedrales. Su reino ha sido asociado a la justicia bajo la encina, a la erección de la Sainte Chapelle, a la paz con Inglaterra al término de la “primera guerra de los Cien Años”, a una época en que el rey de Francia era un modelo de referencia para toda la Europa cristiana. Se le denomina el más cristiano de los reyes. Se habla también de sus dos Cruzadas, de sus once hijos y de diversos proyectos para Francia.

Detrás de un gran hombre hay una gran mujer

Se dice que detrás de un gran hombre hay siempre una gran mujer. La mujer que está detrás del gran y santo rey de Francia es Margarita de Provenza (1221-1295): ella fue su mujer y la madre de sus once hijos, la que siempre lo acompañó. (Digamos de paso, que ” lo que “Dios unió, no lo separe la Iglesia”) .

Margarita de Provenza fue una mujer entera, bella, con sus ideas, sueños, pensamientos, deseos: un modelo de reina medieval. A la edad de trece años se vió obligada a desposarse con el rey de Francia, Luis IX, él también joven de 20 años. Al encontrarse los dos se enamoraron. En sus alianzas escribieron esta inscripción: “¡Fuera de este anillo, ¿podríamos encontrar el amor?!”. Luis IX tuvo por su esposa una ternura impresionante, que no desdeñaba mostrar a la vista de todos. No soportaba su ausencia cuando debía partir lejos de Francia.

El voto de liberar Tierra Santa

Luis IX hizo voto de ir a liberar la Tierra Santa de mano de los sarracenos. Con ese motivo confió la regencia de Francia a su madre, Blanca de Castilla. Hay que decir -de paso- que la madre de Luis IX lo educó desde su más tierna edad en la fe cristiana, como si de un joven monje se tratara : lectura y meditación de la Palabra de Dios, ejercicio de las virtudes cristianas: pobreza, opción por los pobres, necesitados, enfermos, sentido de la justicia. Y así vivió toda su vida.

 Cuando el rey hizo voto de partir para la Cruzadas, su esposa, Margarita se sintió herida, pero Luis le prometió que él no podría vivir sin ella y la invitó a acompañarlo a ultramar. Y así lo hizo. Cuando el rey cayó prisionero de los mamelucos en Fariskur, fue Margarita la que se hizo respetar de todos y ejerció de comandante en jefe de la armada.

Cuando retornaron a Francia, Luis y Margarita emprendieron un estilo de vida en intimidad, mucho más religioso. Hubo un momento en que el rey le pidió a su esposa permiso para retirarse a la soledad monástica. Pero la reina supo retenerlo. Entonces el rey renunció a su proyecto y se quedó con los suyos.

La reina, digna de su esposo, distribuyó su fortuna en obras de caridad. Después de la muerte de su esposo tan amado, en Túnez, Margarita quedó anonadada.

La santidad en la Ciudad

Este breve relato de la preciosa vida de san Luis noveno de Francia y de Margarita de Provenza nos habla de las raíces santas de Francia que todavía siguen dando fruto. Esta es la ciudad bendecida permanentemente por el Sagrado Corazón, es la ciudad de grandes Santos, que hasta dan nombre a las estaciones de metro, a los templos, a las avenidas..

Las vocaciones a la santidad son una bendición para la humanidad, par las ciudades, para los pueblos. Dejemos que el Espíritu Santo se apodere de nosotros y realice en nosotros su obra para bien del reino de Dios.

La Santa “Chapelle” – Paris

Para contemplar
LE TEMPS DES CATHÉDRALES (Bruno Pelletier)

C’est une histoire qui a pour lieu / Es una historia que tue lugar
Paris la belle en l’an de Dieu / en París el año del Señor
Mille quatre cent quatre-vingt-deux /1482
Histoire d’amour et de désir /historia de amor y de deseo.

Nous les artistes anonymes /Nosotros, los artistas anónimos
De la sculpture ou de la rime /de la escultura o de la poesía
Tenterons de vous la transcrire / intentaremos transmitiros
Pour les siècles à venir / para los siglos venideros
Il est venu le temps des cathédrales /que ha llegado el tiempo de las catedrales
Le monde est entré / que el mundo ha entrado
Dans un nouveau millénaire /en un nuevo milenio.
L’homme a voulu monter vers les étoiles /el ser humano ha querido subir hasta las estrellas,
Écrire son histoire /escribir su historia
Dans le verre ou dans pierre /en el video o en la piedra
Pierre après pierre, jour après jour /piedra a piedra, día tras día
De siècle en siècle avec amour /de siglo en siglo con amor.
Il a vu s’élever les tours /ha querido alzar torres
Qu’il avait bâties de ses mains /construidas por sus manos.

Les poètes et les troubadours /los poetas y trovadores
Ont chanté des chansons d’amour /han cantado canciones de amor
Qui promettaient au genre humain /que le prometen al género humano
De meilleurs lendemains /un mañana mejor.
Il est venu le temps des cathédrales /Ha llegado el tiempo de las catedrales
Le monde est entré / el mundo ha entrado
Dans un nouveau millénaire /en un nuevo milenio
L’homme a voulu monter vers… /el ser humano ha querido subir hacia….

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