¿Cómo vivir los cinco domingos de Pascua 2025 con una nueva conciencia y entusiasmo? Tras la larga noche de la Cuaresma se nos abre un “nuevo amanecer”.
San Pablo lo expresó así en su carta a los romanos (Rom 6): “Si hemos muerto con Cristo, creemos que también viviremos con Él. Dios ha sembrado esperanza en el corazón del mundo al resucitar a Jesús, su Hijo. Él es ahora el Viviente, quien llena todo con su presencia transformadora (Ef 4,10).
Jesús Resucitado no solo vive; Él es la Vida del mundo: “Yo vivo y también vosotros viviréis” (Jn 14,19). Nuestro cuerpo mortal está destinado a ser transfigurado como el suyo (Filp 3,21).
El porvenir de la humanidad y de cada uno de nosotros es sostenible: no estamos abocados al caos y a la nada. Dios está comprometido con nosotros y Él sabe cómo conseguirlo.
“No estamos amenazados de muerte; estamos amenazados de vida, de esperanza y de amor”. Los cristianos vivimos bajo esta amenaza gloriosa: la resurrección. Con Jesús comenzó el retroceso de la muerte; caminamos hacia el Paraíso donde todo era bueno.
En este Año Jubilar de la Esperanza, nos invitamos a vivir los cinco domingos de Pascua como la peregrinación hacia la utopía. Que cada celebración sea un encuentro con el Resucitado, que nos hace ver y constatar que “otro mundo es posible”. Si Cristo resucitó, también nosotros estamos amenazados de Resurrección.
Impactos: 48